Inés rubio
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Claves y señales
La importancia del juego en el desarrollo infantil
El juego desempeña un papel fundamental en la infancia, no solo a nivel lúdico, sino también como elemento sociabilizador, educacional y como pieza clave en su desarrollo. Tal es así, que la ausencia de muestras de interés por el juego en edades tempranas puede ser uno de los primeros indicativos de que posiblemente exista un problema en el desarrollo del niño/a.
Inés Rubio, psicologa experta y directora del centro de Psicología y Logopedia, nos da algunas claves y responde a las principales dudas de padres y tutores sobre la importancia del juego infantil.
¿Jugar con juguetes o sin ellos?
Los juguetes son un instrumento magnífico para fomentar y guiar el juego, no obstante, no son un elemento indispensable. De hecho, en muchas ocasiones pueden resultar limitantes, ya que no fomentan de igual forma la imaginación como el juego sin ellos.
Debemos dar a los niños/as la oportunidad de aprender a jugar sin juguetes, algo que resulta muy beneficioso para su desarrollo. Una forma de hacerlo es, por ejemplo, ofrecerles objetos variados para que sean ellos mismos quienes den vida a sus propios juguetes.
La obsesión por un solo juguete
Es completamente normal que los niños/as tengan sus propios intereses, gustos y necesidades creativas y que, por tanto, desarrollen un apego especial por un juguete o tipo de juguetes preferidos. No obstante, no es bueno dejar que se obsesionen o se encierren en ellos de forma casi exclusiva.
Debemos fomentar que exploren otras opciones, darles herramientas para que aprendan a disfrutar de otro tipo de juegos que les ayudarán a desarrollar distintos aspectos: manipulación, imaginación, interacción social, rapidez de ejecución, etc.
¿Todos los juguetes son buenos?
Jugar permite al niño/a desarrollar distintas facetas y actúa como un entrenamiento para el futuro, no obstante, existen algunos juguetes que debemos controlar y minimizar, ya que pueden crear una excesiva dependencia en los niños/as creando estímulos rápidos con premios y constantes refuerzos inmediatos, u otro tipo de juegos que fomentan aspectos como la agresividad y la excesiva violencia.
Por tanto, debemos ser responsables, estar atentos/as y conocer qué fomentamos con el tipo de juegos que ofrecemos a nuestros hijos/as.